Regreso al hogar

Ya llevamos en casa una semana, aunque no hemos podido sentarnos a escribir un rato, porque la peque ocupa todo nuestro tiempo. Llegamos a casa de madrugada el pasado sábado 18, tras un viaje de algo más de veinte horas, que nos llevó desde Katmandú a Estambul y luego a París hasta llegar al aeropuerto de Málaga.

Dejamos nuestro apartamento en Park Village a las cinco de la mañana, rumbo al aeropuerto Tribhuvan, al que llegamos dos horas antes del embarque, creyendo que apenas habría nadie a esas horas. Sorprendentemente, las colas para el check-in eran enormes, y tuvimos que pasar casi tres cuartos de hora en cola para facturar las maletas, mientras la niña, menos mal, aun  dormía en el capazo.Dijimos adiós a Nepal despegando a las 07.45 en un vuelo de Turquish Airlines destino a Estambul, Durante el trayecto nuestra pequeña se ha portado muy bien, aunque casi siempre durmiendo en nuestros brazos, pues no le gustó demasiado la cuna del avión, y apenas estuvo en ella ratos de no más de media hora. El resto del tiempo de viaje lo pasó durmiendo en nuestro regazo. Sólo ha llorado para pedir biberón, pero no ha tenido molestias en oídos, ni nada similar, así que todo ha ido perfecto. Los controles de frontera también ha ido a la perfección, no ha habido preguntas ni indagaciones, si acaso al contrario, todo han sido buenos gestos por agentes de control, sonrisas al ver a la pequeña, y trato rápido por llevar a un bebé. 

Ahora, transcurridos ocho días desde nuestra vuelta a casa, tenemos ya plena conciencia de que somos padres,  de que hemos conseguido lo que nos propusimos y esperábamos cuando iniciamos toda esta aventura de la gestación subrogada en Nepal, y que una simple sonrisa de nuestra pequeña justifica y compensa, con creces, los miles de kilómetros recorridos, el enorme esfuerzo, el tiempo dedicado, los nervios, el miedo por los terremotos... todo eso deja de tener importancia ahora, mientras su pequeña manita se aferra a nuestros dedos. Y así, nos vamos acostumbrando a la vida nueva, como padres primerizos, con sus noches sin dormir, los desvelos y preocupaciones por el llanto del bebé, y también la felicidad de tenerla junto a nosotros, de verla crecer cada día.

Ya tiene 47 días, mide 53 cms, pesa casi tres kilos, y hemos tramitado su alta en Seguridad Social, asignación de pediatra, etc., y en general, haciendo todas esas cosas que hacen los papis cuando tienen un bebé. La pediatra nos ha dicho que está bien de salud, aunque la semana que viene empezamos con algunas pruebas médicas, y pronto con los trámites judiciales para modificar los datos de su madre y su apellido.

Aunque ahora tenemos menos tiempo, intentaremos continuar este blog un poco más, para daros algo más de información de lo que ha sido este complicado camino de la gestación subrogada en Nepal, para que aquellos que, como nosotros, tenéis la ilusión de ser padres, y penséis iniciar este difícil camino de la subrogación en Nepal, podáis hacerlo, si acaso, con un poco más de información de la que nosotros tuvimos cuando lo empezamos. Sabemos que algunos ya estáis en Katmandú empezando el proceso, otros empezareis pronto y viajareis en los próximos días a Nepal, y otros aun pensáis en las opciones. A todos, desearos la mejor de la suerte para que os vaya, al menos, tan bien como a nosotros y deciros que, aunque tendréis lógicos temores e incertidumbres y pasareis momentos complicados durante esta aventura hacia la paternidad, aunque os dejareis la piel, y los fondos en vuestra ilusión de ser padres, todo dejará de tener importancia cuando veáis, por primera vez, la carita de vuestro/s bebe/s porque entonces el mundo, y la vida, habrán cambiado, definitivamente, para vosotros.