Volvemos a casa...

Después de veinticuatro días desde que llegamos a Katmandú, hoy hemos hecho nuestro último trámite legal para volver a España con nuestra hija, hoy el Departamento de Inmigración nos ha dado, por fin, el visado para salir del país. El viernes pasado se marcharon ya nuestros amigos españoles, con sus dos pequeñas, y ahora nos toca a nosotros hacer las maletas y volver a casa, que ya es hora. El viernes 17 volaremos con turquish airlines, muchas horas de vuelo, pero con la alegría de volver a casa con nuestra hija. 

Desde la última vez que escribimos, hemos pasado los días cuidando a la pequeña, adaptándonos a esta nueva vida que requiere nuestra atención todas las horas del día. Mientras tanto, Nabanita y el equipo legal iban avanzando en los documentos que debíamos presentar en nuestra embajada, y sobre todo, en el sello de legalización del Ministro de Asuntos Exteriores de Nepal, que empezaba a retrasarse demasiado. Menos mal que un día, de imprevisto, se presentó en nuestro hotel la doctora Shivani, para vernos y ver a nuestra pequeña. Estuvo muy amable y atenta, y dio instrucciones de agilizar al máximo la documentación. 

El pasado domingo volamos a Delhi porque teníamos cita con nuestra embajada el lunes a las 9 de la mañana. La niña se quedó en guarderia en Grande City Clinic, y nosotros fuimos a Delhi. Pese a que muchos nos dijeron que la Embajada pondría muchos problemas, sólo hemos encontrado funcionarios encantadores y amables, que nos ayudaron en todo, nos hicieron sentir en casa, por lo que todo nuestro agradecimiento a los excelentes profesionales de la embajada española en Delhi, que tanto han hecho por nosotros. 

Ayer volvimos de Delhi, ya con el pasaporte de la niña, y la inscripción el el registro consular, así que hoy tocaba el último trámite, el visado de salida. Apenas hemos tardado una hora en conseguirlo, y ya tenemos los billetes para España, así que hemos hecho todo el proceso en algo más de tres semanas. Cuando lleguemos a España explicaremos, detalladamente, todo el proceso, y la documentación que debeis recopilar, tanto para el Consulado español honorario en Katmandú, como la Embajada y el Departamento de Inmigración. 

Como ha transcurrido más de un mes desde que nació nuestra hija, llevamos también con nosotros la renuncia a todos los derechos por nuestra subrogada, ante notario, y con apostilla de la Haya, para iniciar en España, lo antes posible, los trámites judiciales para cambiar el apellido por el de su verdadera madre. 

La verdad es que estas semanas se nos han pasado volando. El hecho de estar alojados en un cómodo apartamento, en un complejo como Park Village, rodeado de naturaleza, sin ruidos, con otras parejas con sus bebés, ha ayudado mucho a pasar los días plácidamente, y sin percatarnos casi del tiempo transcurrido. 

Nuestra hija se encuentra bien, ya pesa dos kilos y medio, y ha cumplido un mes, aunque es más pequeñita de lo normal para su edad por ser prematura, pero va recuperando muy rápidamente peso y tamaño, pues cada día come más. A ver cómo se adapta al viaje en avión, esperamos que bien, es algo que hay que pasar, y los aviones de turquish de nuestro itinerario llevan cuna que tenemos reservada para ella, así que quizás duerma y tengamos un buen viaje. 

Es ahora, al finalizar ya casi toda esta aventura que ha sido nuestro camino hacia la paternidad a través de gestación subrogada, cuando queremos agradecer, sobre todo, a la doctora Shivani,  su empeño personal y tenacidad en hacernos padres, pese a todos los contratiempos y las adversidades. Y muy especialmente, por su amabilidad, su atención constante, su enorme ayuda en todos los trámites legales y en cubrir nuestras necesidades, su simpatía y cariño hacia nuestra hija y hacia nosotros, a Nabanita y a Sunita, las dos facilitadoras de MTN . 

Y así, mañana será nuestro último día en Katmandú, la ciudad donde vinimos a buscar ilusión, y que quedará unida, por siempre, a nuestras vidas y a nuestra historia. Aquí ha nacido nuestra hija, aquí hemos pasado casi un mes a solas cuidándola cada minuto del día, aquí cambió para siempre nuestra vida, y es aquí, en esta ciudad, y en este país, ya tan nuestro, donde se hicieron realidad los sueños que ambos perseguimos durante tantos años.